El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), afirmó esta semana que una forma crucial para limitar el calentamiento del planeta es impedir que la temperatura de la tierra se eleve por encima de 1.5 grados centígrados en lugar de dos.
Mientras que los esfuerzos mundiales aseguraban que el remedio era mantener la temperatura global a menos de 2ºC, el IPCC determinó que la única manera para mitigar esta problemática es impedir que el calentamiento suba a más de 1.5 grados centígrados. Se sabe que es una tarea realmente difícil para este momento; sin embargo, trabajar por ella evitaría una mayor extinción de especies, reduce las probabilidades de sequías y lluvias torrenciales y asegura un menor impacto sobre las poblaciones más vulnerables de la tierra.
La razón es que dejar que la temperatura llegue hasta los 2°C potenciaría un clima global extremo, un mayor aumento del nivel del mar y un deshielo en el Ártico más acelerado, es por ello que el IPCC se ha tomado la tarea de analizar por qué la meta para todos los gobiernos debería ser de 1.5ºC. A ese nivel, se sostiene que podrían evitarse una serie de males, por ejemplo, para 2100, el aumento del nivel del mar global sería 10 cm más bajo con un calentamiento global de 1.5°C. De hecho, «los arrecifes de coral disminuirían de un 70 a 90 % con un calentamiento global de 1.5°C, mientras que prácticamente todos, en un 100 %, se perderían con 2ºC.
La solución, sin lugar a dudas, es mantener un consumo de energía más eficiente, una agricultura más sostenible, menos extensiva o incluso, sostienen los expertos apoyados en más de 6.000 referencias citadas, destinar más tierras para cultivar energía limpia. Así mismo, la inversión recomendada en las ciudades es tecnología para transporte, edificios o industria. La idea final es limitar la emisión de gases efecto invernadero.
